El día 13 de noviembre presenciamos la movilización de la oposición que mal llamó a defender al INE, independiente de lo que pudimos observar, de sus números inflados y del odio que pudimos ser todos testigos y que vale decirlo fue una convocatoria que resultó ser en contra de una persona: el presidente López Obrador.
No fueron millones y mucho menos ha llegado a estar cerca de los miles de las convocatorias que él ha llamado, pero si es importante decirlo es la movilización más grande hasta ahora de la derecha.
La historia nos lo ha dicho antes desde épocas de la independencia, la reforma y la revolución la derecha había perdido su identidad, se perdió y disolvió política y socialmente y hasta ahora de lo que vimos anteriormente esa identidad está cobrando forma.
Su identidad ideológica puede concretarse, y dar marcha a una organización social y política si bien no afectará en nada los comicios rumbo al 2024, si puede ser peligroso para el siguiente.
Han optado por usar una bandera: la del orgullo blanco.
Los que creen que la blanquitud, el aspiracionismo y la meritocracia puede ser una forma de vida.
Por último les comparto este post de nuestro compañero el cual suscribo por su sentido común al señalar que los defensoeres del INE son esos mismos que han utilizado al organismo para realizar fraudes electorales, en particular los de 2006 y 2012.