En su reciente conferencia matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador proyectó una visión optimista de México, enfatizando la felicidad y el bienestar de la población. Con una referencia a una reciente encuesta global que colocó a México en una posición notable en términos de felicidad, el mandatario contrastó el estado de ánimo general del país con la actitud de un segmento particular de la población que, según él, permanece en descontento debido a razones políticas e ideológicas.
México florece bajo López Obrador: Del lugar 25 en felicidad a la visión de una nueva sociedad
El presidente López Obrador destacó que, según una medición de felicidad que evaluó alrededor de 140 a 150 países, México se clasificó en el lugar 25, una mejora significativa en su posición anterior. Este avance se atribuye, en gran parte, a mejoras en la economía popular y a una reducción en los niveles de pobreza, factores que han contribuido a un estado general de contentamiento entre la población. «La mayoría del pueblo de México está contenta, feliz, feliz, feliz», aseguró, atribuyendo este sentimiento a las políticas de su administración que han priorizado el bienestar económico y social de las clases menos favorecidas.
“Acaban de hacer una encuesta, creo que de 140 o 150 países y México está como en el lugar 20 o 25 en felicidad, y creció, estaba abajo y últimamente está arriba. Y la gente bien porque está bastante bien la economía, que eso es importantísimo, sobre todo la economía popular y el bienestar, la gente está contenta”, señaló,
“Los que están inconformes y además tienen todo su derecho a enojarse pues son nuestros adversarios, los conservadores, deshonestos, los que estaban acostumbrados a medrar, a traficar con la pobreza de la gente. A ellos les iba muy bien y al pueblo muy mal”, mencionó el presidente López Obrador.
Conferencia de prensa matutina, desde Palacio Nacional https://t.co/Cbqjci6Cor
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) April 3, 2024
Sin embargo, el presidente no pasó por alto a aquellos que no comparten este sentimiento de satisfacción general. Identificó a este grupo como «conservadores deshonestos», sugiriendo que su descontento se deriva no de deficiencias en la administración del país, sino de una oposición ideológica al actual gobierno. López Obrador los acusó de haberse beneficiado anteriormente de prácticas corruptas y de traficar con la pobreza de la gente, prácticas que, según él, se han combatido durante su gobierno.
En su discurso, el presidente Andrés Manuel López Obrador también hizo hincapié en la importancia de los valores no materiales, promoviendo una «nueva corriente de pensamiento» donde prevalezca el amor al prójimo sobre los intereses personales y materiales. Este enfoque filosófico se alinea con su visión de una sociedad basada en la felicidad derivada de la satisfacción personal y el bienestar colectivo, más que en la acumulación de riquezas materiales.
Como una ilustración cultural de su mensaje sobre la fugacidad de la vida y la importancia de los valores intangibles, López Obrador mencionó la canción «Un puño de tierra», que reflexiona sobre cómo, al final de la vida, lo único que las personas se llevan son sus experiencias y recuerdos, y no sus posesiones materiales.
El discurso del presidente se inscribe en una narrativa más amplia de su administración, que promueve la transformación social y económica de México con un enfoque en la justicia social y la equidad. Al hacer hincapié en los avances en la felicidad y el bienestar de la población, López Obrador busca reafirmar la legitimidad y el éxito de sus políticas, mientras que simultáneamente deslegitima las críticas de sus opositores, retratándolos como desconectados de las necesidades y deseos de la mayoría de los mexicanos.
La conferencia dejó en claro que el gobierno actual ve en el estado de ánimo positivo de la población una validación de sus esfuerzos por transformar el país, buscando trascender las divisiones políticas mediante el fomento de una visión colectiva centrada en el bienestar común, más allá de las diferencias ideológicas. Sin embargo, este enfoque también ilustra las tensiones existentes en el panorama político mexicano, donde la interpretación de la felicidad y el éxito nacional pueden variar significativamente entre diferentes grupos y perspectivas políticas.