El presidente Andrés Manuel López Obrador, encabezó en Matamoros, Tamaulipas, una emotiva ceremonia en honor a Catarino Garza Rodríguez, revolucionario mexicano cuyos restos fueron repatriados desde Panamá. La ceremonia, realizada en el Puente Nuevo Internacional de Matamoros, marca un momento clave para la memoria histórica de México, al recuperar los restos de un héroe que luchó contra el régimen porfirista y cuya figura permaneció olvidada durante décadas.
El evento contó con la presencia de la doctora Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del presidente, así como de la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, y diversas autoridades nacionales y locales, como el gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya; Carlos Tejerina, bisnieto del extinto Catarino Erasmo Garza Rodríguez; Luisa María Alcalde Luján, secretaria de Gobernación; Leticia Ramírez Amaya, secretaria de Educación Pública; Beatriz Moreno Rodríguez, embajadora extraordinaria y plenipotenciaria de México en Chile y coordinadora de la investigación, búsqueda, localización y repatriación de los restos mortales de Catarino Erasmo Garza Rodríguez; Laura Elena Carrillo Cubillas, subsecretaria para América Latina y el Caribe de la Secretaría de Relaciones Exteriores; Diego Prieto Hernández, director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia; Rubén Sauceda Lumbreras, presidente municipal de Matamoros, Tamaulipas, y el escultor Pedro Reyes, autor del busto de Catarino Erasmo Garza Rodríguez.
La ceremonia incluyó la develación de un busto del revolucionario, realizado por el escultor Pedro Reyes. El presidente López Obrador ofreció un discurso en el que resaltó la importancia de rescatar figuras como la de Catarino Garza, que lucharon por la justicia y la libertad en tiempos de dictadura. Recordó que Garza fue precursor de la Revolución Mexicana, liderando movimientos armados 18 años antes de que Francisco I. Madero llamara a la insurrección contra Porfirio Díaz.
Este homenaje no solo marca el regreso de un héroe a su patria, sino que también simboliza la lucha continua por el reconocimiento de aquellos que dedicaron su vida a la libertad y la igualdad.
Pueblo de Matamoros recibe a AMLO y Sheinbaum en solemne homenaje a revolucionario
Desde tempranas horas la población se congregó en el lugar, para esperar la llegada del presidente López Obrador y otros líderes, deseosos de poder saludar al mandatario y solicitar su firma en sus libros. El ambiente se tornó solemne cuando la doctora Claudia Sheinbaum tomó la palabra y resaltó la importancia del acto: «¿Qué más simbólico que estar hoy aquí para depositar los restos de un revolucionario mexicano que hasta ahora se encontraba en una fosa común en Boca del Toro? A partir de hoy, Catarino Garza podrá descansar en su patria». Con estas palabras, Sheinbaum subrayó la relevancia de reconocer a figuras históricas olvidadas y darles el lugar que merecen en la memoria colectiva de México.
La presidenta electa Claudia Sheinbaum, también elogió el trabajo del presidente López Obrador y de la doctora Gutiérrez Müller, quienes impulsaron la recuperación de los restos de Garza. «Los héroes y heroínas que fueron olvidados deben ser rescatados del silencio histórico», afirmó al destacar que la memoria de figuras como Garza no solo ayuda a entender el pasado, sino también a transformar las injusticias del presente.
En su turno, el presidente López Obrador, sin un discurso previamente escrito, habló con profunda emoción sobre su conexión con Catarino Garza Rodríguez. Relató cómo su investigación sobre el «neo porfirismo» lo llevó a descubrir la vida y obra de Garza, quien fue uno de los primeros en alzarse contra el régimen de Porfirio Díaz, 18 años antes de que Francisco I. Madero lanzara su convocatoria a la Revolución. López Obrador describió a Garza como un precursor de la lucha por la no reelección y la libertad de expresión, y destacó su valor no solo en México, sino también en Estados Unidos y Centroamérica, donde continuó su lucha revolucionaria.
López Obrador también hizo un paralelismo entre la dictadura porfirista y el periodo neoliberal que vivió México, calificando ambos como momentos de saqueo y corrupción en detrimento del pueblo. En este contexto, la figura de Catarino Garza adquiere aún más relevancia, pues simboliza la resistencia contra la opresión y la búsqueda de justicia social.
El acto continuó con la interpretación de corridos en honor a Catarino Garza, una tradición musical profundamente arraigada en la historia de la Revolución Mexicana. El presidente resaltó la importancia de los corridos como una forma de preservar la memoria histórica, afirmando que «los corridos dicen más que los discursos» y mencionando con entusiasmo la frase de uno de los corridos populares: «Yo no crucé la frontera, la frontera me cruzó», en referencia a la vida y obra de Garza en la frontera entre México y Estados Unidos.
La ceremonia concluyó con palabras de agradecimiento del presidente a los historiadores y a todos aquellos que participaron en la repatriación de los restos de Garza. Reconoció especialmente el trabajo del fiscal general Alejandro Gertz Manero y del escultor Pedro Reyes, cuyo busto de Catarino Garza Rodríguez ahora adorna Matamoros como un símbolo de lucha y dignidad.
