Clara Brugada es actualmentemente la alcaldesa mejor evaluada de la Ciudad de México, y no es para menos, ya que muchos amigos y amigas del mundo cultural, del urbanismo o que trabajan con mujeres víctimas de violencia me habían platicado sobre la experiencia que se desarrolla en Iztapalapa, donde antes sólo surgían notas rojas. Ahora sucede algo que irradia a la ciudad y se expande como onda de esperanza, donde el arte y cultura adquieren un protagonismo nunca antes visto en una experiencia de regeneración urbana, social y comunitaria.
Por esto, quisimos aproximarnos a la historia de vida de la mujer que encabeza el gobierno mejor evaluado de la Ciudad de México, según datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Urbana del INEGI.
Hace muchos años, cuando la Ciudad de México se expandía y miles de personas llegaban del interior del país en busca de un mejor futuro, la necesidad de muchos se convertía en negocio de pocos que gozaban de protección política.
En el oriente de la ciudad, los pobladores se organizaban para detener el crecimiento desordenado y resguardar el espacio aún libre de depredación urbana, para futuros equipamientos públicos, parques y áreas verdes.
Ahí nace uno de los primeros movimientos ambientalistas del país, que reivindicaba el derecho a la ciudad y al espacio público como lugar para el ejercicio de los derechos de las personas.
En ese espacio-tiempo ubicamos a Clara Brugada, estudiante de economía en la Universidad Autónoma Metropolitana que vivía en la delegación Benito Juárez, cuando un grupo de vecinos acude a la UAM a pedir apoyo a los estudiantes y maestros para impartir clases en una secundaria construida por la comunidad.
Convencen a Clara Brugada y se va a vivir a la punta del cerro, a un lugar en proceso de poblamiento y sin servicios urbanos básicos.
Desde ese momento, Clara Brugada trabajó con la comunidad para generar proyectos de salud, medio ambiente, nutrición y desarrollo económico de una comunidad que no recibía estos servicios de las instituciones.
Desde entonces, Clara Brugada centró su preocupación en las mujeres. Con perspectiva feminista, reivindicó la igualdad de derechos. Organizó a las mujeres y luchó con ellas para abordar problemas objetivos y enfrentar la feminización de la pobreza.
Decía que se trataba de democratizar el trabajo doméstico, casi siempre realizado por mujeres. Eso hace 30 años, cuando poco se escribía sobre los sistemas públicos de cuidados. Ahora impulsa el proyecto de una ciudad cuidadora.
El Plebiscito Primavera y Democracia del 21 de marzo de 1993 fue el primer ejercicio de consulta ciudadana sobre la democratización del entonces Distrito Federal, y Clara fue parte de la comisión organizadora.
Cuando irrumpió el movimiento zapatista en 1994, reivindicando los derechos de los pueblos indígenas de México, la actual alcaldesa promovió el diálogo por la paz con justicia y dignidad.
En 1995, Clara fue electa consejera ciudadana y con ello, Iztapalapa contó con una representante que defendió el espacio público y las reservas ecológicas.
A finales de 1996, el entonces regente decide construir un penal de alta seguridad en la excárcel de mujeres de Santa Martha Acatitla. La comunidad se opone y lucha al grito de «Prepa Sí, Cárcel No». Meses después, ya en el gobierno de Cárdenas, se desecha el proyecto y se construye la primera preparatoria pública a cargo de la Ciudad de México: Casa Libertad, hoy sede de la Universidad de la Ciudad.
LEGISLANDO POR EL BIENESTAR DE LAS PERSONAS
En 1997, Clara Brugada es electa diputada federal, cuando el partido hegemónico del PRI pierde, por primera vez y para siempre, la mayoría en la Cámara de Diputados.
Entre 1997 y 2006, Clara es legisladora local y federal. Destaca su impulso a la Ley General de Desarrollo Social, que estableció un sistema de desarrollo social basado en derechos y creó un órgano autónomo para medir la evolución de la pobreza y evaluar las políticas de desarrollo social. También destacó su defensa de la Ciudad de México como entidad soberana y su impulso para lograr su plena democratización. Además, defendió el gasto social y abogó por la transparencia en las cuentas públicas, entre otros temas.
CLARA BRUGADA, DE LA LUCHA SOCIAL AL GOBIERNO POPULAR
Terminando su periodo como legisladora, Clara es nombrada Procuradora Social del Distrito Federal, institución heredera de la fundada por el ilustre constitucionalista Ponciano Arriaga en San Luis Potosí en 1847.
En 2009, después de muchos obstáculos, con votos se derrota una imposición y Clara asume el gobierno en Iztapalapa, que se distingue por la amplia participación ciudadana, democratización del presupuesto y rescate del espacio público.
CASA POR CASA, BARRIO POR BARRIO CONSTRUIMOS MORENA A DIARIO
Concluido su encargo como delegada, Clara se suma al proyecto de López Obrador y es una de las fundadoras de Morena, recorriendo el país para construir la opción política que hoy nos gobierna.
Como resultado del movimiento de regeneración nacional, en 2016, Clara Brugada pasa a la historia como diputada de la Asamblea Constituyente que aprueba la Constitución de la Ciudad de México, una de las más avanzadas del país y del mundo.
LA CIUDAD DE MÉXICO SE TRANSFORMA DESDE EL ORIENTE
En 2018, Clara es electa alcaldesa de Iztapalapa, desarrollando uno de los gobiernos locales más exitosos del país. En 2021, refrenda el apoyo popular al obtener la votación más alta en la Ciudad de México.
Los resultados de su gestión son asombrosos. Ha realizado una transformación urbana sin precedentes y en seguridad ha logrado una reducción histórica en el índice delictivo. Los datos de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México son elocuentes, reportando una baja de más del 50% en inseguridad y violencia.
Clara Brugada desarrolla una de las experiencias más destacadas de urbanismo social en América Latina, que aproxima sus derechos a todas las personas. Las UTOPÍAS, espacios integrales donde las personas ejercen con libertad sus derechos y pueden realizar sus sueños.
Doce megaproyectos culturales, deportivos, recreativos y educativos construidos donde más se necesita. Tienen alberca semiolímpica, espacio de cuidados y escuelas de música, artes plásticas, danza o cine.
Hernán Gómez, en un diario nacional, las describe como «una irrupción estética en el espacio público, un acto de justicia social y una forma de llevar la imaginación al poder».
En tanto, Clara Brugada lo resume de esta forma: “Soñábamos muchas veces que nuestras niñas, niños, jóvenes, mujeres, personas mayores o con algún tipo de discapacidad tuvieran la oportunidad de aprender piano y convertirse en uno de los mejores músicos de México; o sumergirse en una alberca y disfrutar del agua; o transformarse en cineastas, atletas, escultores, poetas, o simplemente tener un hermoso lugar donde estar y disfrutar de su tiempo libre. Era inconcebible. Había que ir muy lejos y pagar por ello. Hoy este sueño es una realidad».
El reconocido diario español El País, publicó un artículo donde Galo Mora, exministro de Cultura de Ecuador y exembajador ante la UNESCO, narra su experiencia con las UTOPÍAS y su emoción con la transformación de esta demarcación, particularmente con sus Caminos Seguros que hacen que Iztapalapa brille de noche igual que de día. “Junto a los murales y la mejor iluminación de la ciudad, están los caminos de Mujeres Libres y Seguras, manifiesto de acción de transformación de calles, barrios, colonias por donde las mujeres puedan transitar sin miedo. Son una especie de barrera luminosa contra el machismo y la violencia.”
La estrategia Caminos de Mujeres Libres y Seguras puesta en marcha por Clara Brugada fue replicada en la ciudad y el país. Son una intervención urbana y social profunda en el espacio público de Iztapalapa, que transforma la calle o calles más importantes de cada colonia; nodos barriales donde confluyen redes de transporte, centros escolares, religiosos, culturales, sociales y económicos. Puntos de conexión con otras colonias y el resto de la ciudad. Lugares naturales para la convivencia comunitaria.
Lo estrategia tiene el objetivo de mejorar la seguridad, iluminar, garantizar la accesibilidad universal; transformar la imagen urbana; recuperar la historia e identidad del barrio; generar nuevas centralidades y potenciar el desarrollo económico local.
El efecto inmediato de esta intervención fue la reducción de la inseguridad y el incremento en 30% de la actividad económica en los negocios de barrio. Esta estrategia se acompañó de Iztapalapa Mural, obra artística sin precedente en la ciudad que dialoga con la comunidad y es una expresión viva y en movimiento. Un movimiento cultural profundo, que recupera el muralismo mexicano y lo renueva en las calles de la mano de 100 muralistas urbanos, reforzando la identidad de los barrios y plasmando sus historias en 10 mil 200 muros y azoteas de la demarcación.
Con las UTOPÍAS y los Caminos de Mujeres Libres y Seguras, Clara Brugada ha transformado Iztapalapa y, con ello, la ciudad.
La periodista y escritora mexicana Viri Ríos, escribió hace poco en un diario nacional que “la transformación de Iztapalapa proviene de la conjunción de trabajo duro, creatividad y arrojo en el uso de recursos.” Y señala que “Clara Brugada ha convertido a la alcaldía en la prueba de que las utopías son posibles, pero requieren más trabajo del que el gobernante promedio está dispuesto a dar.”
La historia de Clara es de congruencia, raíces firmes, compromisos, un gran corazón y voluntad transformadora.
“Un mapa del mundo que no incluye la utopía ni siquiera vale la pena mirarlo, ya que deja de lado el único país en el que la humanidad siempre está aterrizando. Y cuando la humanidad aterriza allí, mira y, al ver un país mejor, zarpa. El progreso es la realización de utopías”. (Óscar Wilde)
Para muchos es sorprendente que 132 años después de esta frase de Wilde, la Ciudad de México se poblara de UTOPÍAS. Al oriente de la capital, Clara Brugada logró superar las pesadas inercias burocráticas y encabezar uno de los gobiernos más exitosos de México, ejemplo de recuperación del espacio público.
La experiencia desarrollada por Clara Brugada es referente nacional e internacional. En Quito, el alcalde Pabel Muñoz impulsa su proyecto de Utopías. Por su parte, Lori E. Lightfoot, alcaldesa de Chicago, EEUU, reconoció a Clara Brugada como una mujer muy querida por su pueblo, dedicada a su gente y con un gran corazón. De igual forma, Irene Montero, ministra de Igualdad del Gobierno de España, dijo admirar a Clara y su labor creando las UTOPÍAS, destacando su impacto en las mujeres.
Últimamente, diversas encuestas la ubican con altas posibilidades de convertirse en la candidata de MORENA a la Jefatura de Gobierno, al desarrollar un gobierno exitoso, conocer la ciudad y saber cómo ganar elecciones, lo que la convierte en una carta fuerte para el próximo proceso electoral.
La ciudad más grande de México, que reúne todos los problemas nacionales y, al mismo tiempo, concentra una enorme riqueza cultural y es el epicentro de sus transformaciones sociales, no podría existir sin utopías, sin búsquedas, sin renovación constante y sin la realización de sus sueños.
La utopía es un viaje, no un destino.
Investigación Biográfica por Kenia Antuna
