Tomás Sánchez Lara, junto con un grupo de ejidatarios de Xicoténcatl, Tamaulipas, llegaron a las oficinas de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para denunciar el acaparamiento del agua por parte de un grupo de poder en el municipio, la familia Verástegui Ostos. “El problema es que vamos a tener un desabasto de agua si no logramos tener un acuerdo con las autoridades pertinentes, porque nuestra presa ya tiene casi un 25% de capacidad.”
Asimismo, indicó que hace más de 20 años, César Verástegui tomó el control de los distritos de riego en la región. Los agricultores de la zona están obligados a pagar un promedio de mil 800 pesos por cada hectárea para recibir el riego, a pesar de que saben que no hay suficiente agua. Este pago se realiza por adelantado en cada ciclo de riego, y todos los agricultores lo pagan, a pesar de no recibir el suministro de agua que están pagando.
Expresó que en esa zona cañera es conocido el cacicazgo político y las arbitrariedades de «Los Trukos».
“Hace días hubo un accidente y por eso se descubrió una tubería clandestina que llega a unas tierras propiedad de la familia Verástegui”, denunció Tomás Sánchez.
Externó que esta acción afecta de forma directa a la población, ya que el desvío de agua evita que llegue a la ciudadanía para ser utilizada para su consumo doméstico.
Tomás Sánchez alza la voz ante acaparamiento ilegal del agua por parte de la familia Verástegui Ostos en Xicoténcatl
«Pagamos por algo que no llega», expresó Tomás Sánchez con indignación. Los agricultores de la zona se sienten estafados y desprotegidos por las autoridades, ya que no reciben el agua por la que han pagado. Además, denuncian que la familia Verástegui Ostos está acaparando el agua de manera ilegal.
El acaparamiento de agua, conocido también como «huachicoleo de agua», es un delito que afecta gravemente a la población y al medio ambiente. En este caso, los agricultores de Xicoténcatl están sufriendo las consecuencias de este delito, ya que ven afectada su producción y sus ingresos debido a la falta de riego.
Ante esta situación, los ejidatarios decidieron presentar la denuncia ante la Conagua para exigir que se investigue y se sancione a los responsables de este acaparamiento ilegal de agua. Además, solicitaron que se les garantice el suministro de agua necesario para la agricultura, ya que es un derecho fundamental y esencial para su sustento y desarrollo económico.
Este caso pone de manifiesto la problemática que enfrenta el campo mexicano, donde la falta de agua y la corrupción son obstáculos para el desarrollo de la agricultura y el bienestar de las comunidades rurales. Las autoridades deben tomar medidas urgentes para garantizar el acceso equitativo al agua y combatir el acaparamiento ilegal, no solo en este caso, sino en todo el país.
Los ejidatarios de Xicoténcatl esperan que su denuncia sea tomada en serio y que se haga justicia. La falta de agua es un problema que no puede seguir siendo ignorado, y es responsabilidad de todos velar por su uso adecuado y equitativo.