El Movimiento Regeneración Nacional (Morena) dio un paso más hacia su consolidación en la política mexicana, con la elección de Luisa María Alcalde Luján como su nueva presidenta, durante el Séptimo Congreso Nacional del partido. En su discurso de aceptación, Alcalde, una de las figuras más cercanas al movimiento de la Cuarta Transformación, hizo un llamado a la unidad, humildad y lealtad a los principios que dieron origen al partido. “No les voy a fallar”, sentenció.
Alcalde se compromete a no fallar al movimiento en su toma de posesión como presidenta de Morena
Compañeras y compañeros consejeros, congresistas, militantes, protagonistas del cambio verdadero, antes que nada quiero decirles: Gracias. No les voy a fallar.
No les voy a fallar porque conozco los hechos, las luchas, los riesgos, las tristezas y las alegrías del Movimiento de Regeneración Nacional desde su fundación el 2 de octubre de 2011.
En esa, la Asamblea Constitutiva de MORENA, la primera oradora fue quien, en nueve días, será la primera presidenta de México. Y ahí Claudia Sheinbaum dijo:
Somos orgullosos herederos de las luchas de nuestro pueblo.
Eso, compañeros, no debemos olvidarlo jamás. Como dice el primer párrafo de nuestra Declaración de Principios: Morena es un partido-movimiento de izquierda, conformado por personas libres, surgido de movimientos sociales y populares históricos que son guías fundamentales para construir un México justo, democrático, igualitario, incluyente, pacífico, independiente y regido por las decisiones mayoritarias del pueblo soberano.
Hoy es justo reconocer los resultados electorales alcanzados por todas y todos. Reconocer que la esperanza y después la confianza del pueblo han sido el motor del vertiginoso crecimiento del partido. Por ello, nuestro agradecimiento a los integrantes de los órganos de dirección: El Consejo Nacional, el Comité Ejecutivo Nacional, Mario y Citlalli. A los dirigentes estatales, a los COTS y hasta el último de los representantes de casilla, promotores del voto y brigadistas.
Diez años después de obtener su registro como partido político, MORENA ha ganado 2 veces la Presidencia de México, 24 gobiernos estatales. En 2024 mantuvo los triunfos de 2018 (Ciudad de México, Chiapas, Morelos, Puebla, Tabasco y Veracruz), y ganamos Yucatán.
Fue con Morena que cuatro estados lograron su primer alternancia partidista luego de más de 90 años: Campeche, Colima, Estado de México e Hidalgo.
Fue con Morena que llegaron las primeras mujeres, la primera y la segunda jefas de Gobierno electas de la Ciudad de México y las primeras gobernadoras en la historia de Baja California, Campeche, Estado de México, Guerrero, Morelos, Quintana Roo, Veracruz, y está por verse Jalisco.
Pero además, con Morena llegará la primera mujer presidenta de México.
Y funcionó el Plan C: mayoría en el Senado, mayoría calificada en Diputados y mayoría en 27 de los 32 congresos locales.
Ahora, compañeros y compañeras, ese vertiginoso crecimiento también trae consigo riesgos que debemos advertir: ¿Cómo mantenernos leales a nuestros principios? ¿Cómo no alejarnos del pueblo, ni perder la mística, ni caer presas de la soberbia? ¿Cómo aprovechar nuestra diversidad para construir unidad en lugar de sectarismo? ¿Cómo asegurarnos de que nuestros gobiernos sepan qué significa, en el sentido más profundo, ser parte de Morena?
La respuesta está en un árbol que impresiona por lo alto y lo fuerte.
Así ven a Morena algunos, como un gran árbol, imponente, que creció de manera rápida y que protege con su sombra, casi indestructible.
Pero la esencia de Morena no está ni en su altura, ni en sus amplias ramas, ni en lo dulce de sus frutos ni en la belleza de sus flores.
Está en lo que no se ve: La esencia de Morena está en sus raíces. En la unión sagrada con el pueblo, tan profunda como el encuentro de la semilla con la tierra.
Eso es lo que nos permitirá seguir teniendo su confianza y ser vehículo para transformar su realidad: la fuerza de nuestro origen. Las raíces que regaron los que después del fraude de 2006 no se rindieron, no claudicaron y emprendieron acciones de resistencia civil.
Raíces que crecieron a lo largo del país, en cada plaza pública de cada municipio, en donde, a veces ante miles pero a veces ante decenas, Andrés Manuel López Obrador acudió para anunciar: Vamos a transformar a México con quien se pueda, como se pueda y hasta donde se pueda.
Raíces que cuidaron miles de hombres y mujeres conscientes y libres con su indispensable y dedicado trabajo de organizar comités.
Raíces que entraban a las casas por las puertas y las ventanas que un día tocó un brigadista para entregar el periódico Regeneración y despertar las conciencias; de quienes organizaron rifas y kermeses para lograr sostener al movimiento.
Primera, segunda y la tercera fue la vencida. Lo que nos llevó a lo más alto es lo que está arraigado en lo más profundo del movimiento: nuestras convicciones, nuestras luchas, nuestros ideales, nuestros principios y nuestros valores.
Ese es nuestro desafío: En el momento de la victoria advertir los riesgos. Con humildad y arrogancia al mismo tiempo pensar en el Morena de la siguiente elección y el Morena de la siguiente generación.
En el fondo, en la raíz de Morena está su razón de ser, su más bella y noble causa: preocuparse por los demás, aliviar el dolor de los que sufren, acabar con la pobreza, reducir la desigualdad, quitarle a las minorías privilegiadas para beneficiar a las mayorías desprotegidas. En suma, que todos y todas podamos aspirar a ser felices. Para eso se hizo el partido y eso no lo podemos olvidar.
Concluye la primera etapa de la Cuarta Transformación y el presidente López Obrador va confiado a Palenque, a su merecido descanso y a seguir luchando, ahora desde la escritura.
Se va a Palenque tranquilo del deber cumplido y confiado en que el relevo generacional del movimiento está en buenas manos. Él no le falló al pueblo de México, nosotros tampoco podemos fallarle. El pueblo decidió por la continuidad y por el tiempo de mujeres. Decidió por Claudia Sheinbaum. En Morena no podemos fallarle a ella.
Compañeras y Compañeros
Hoy aprobamos importantes reformas a nuestros documentos básicos: La Declaración de Principios, El programa de Morena y los estatutos, pero también acordamos que debe venir una etapa posterior de discusión más amplia, la llevaremos a cabo.
Como sabemos, la política es pensamiento pero fundamentalmente acción transformadora, revolucionaria y organizativa. Por eso, a los integrantes del nuevo Comité Nacional: Carolina, Andrés, Iván, Aarón, Camila, Alejandro, Arturo, Manuel, Adriana, Bxido y Almendra, nuestra primer tarea es echar a andar un Plan de Trabajo de siete puntos sumando los que nos envió el compañero López Obrador en la voz del presidente del Consejo, Alfonso Durazo, y las 10 reflexiones que nos dejó la compañera Claudia Sheinbaum.
- Conformación de los 70 mil 751 Comités seccionales y los 2 mil 535 comités municipales. La fuerza de Morena es la organización desde abajo.
- Apertura de la afiliación y credencialización de toda la militancia.
- Un punto muy importante: Fortalecer la participación de la militancia en la toma de decisiones.
- La difusión, discusión y suscripción de dos documentos. Los 100 postulados de un morenista, y el Decálogo para Gobiernos de Morena.
- Fortalecer la hermandad, el compañerismo y la institucionalidad en el partido.
- Mantener entre todos y para siempre la unidad, la humildad y la honestidad.
- Mantener fuerte y sólido el Instituto Nacional de Formación Política.
- Fortalecer la Comisión de Elecciones y se garantice que la Comisión de Encuestas realice con transparencia y rigor metodológico la selección de todos los candidatos y candidatas.
Los 100 Postulados de un Morenista: Un catálogo de ideas que nos permite identificarnos y conducirnos. Saber qué significa ser de Morena, lo mismo en la vida, en la lucha y el movimiento, pero también en la política, el ejercicio del poder, el gobierno y la economía. Este documento será discutido, publicado y distribuido a todas y todos los morenistas de todos los rincones del país.
Y por último, el Decálogo de Principios para Gobiernos Estatales y Municipales de Morena, que me voy a permitir compartirles:
- Los servidores públicos de Morena se deben al pueblo y deben ser leales a él. Se escuchan sus anhelos y atienden sus reclamos en audiencias públicas semanales.
- Somos demócratas. Cuando existe duda, conflicto o una decisión difícil se consulta al pueblo.
- Se informa de manera periódica y con absoluta transparencia el destino de los recursos públicos.
- Se cuenta con un plan de austeridad republicana que incluye erradicar privilegios de los funcionarios. Ningún servidor público gana más que el presidente de México.
- La corrupción no se tolera y se cuenta con mecanismos eficaces para evitarla y castigarla. No hay nepotismo, amiguismo, influyentismo ni aviadores.
- En los equipos de gobierno hay el mismo número de hombres que de mujeres y se da oportunidad a compañeros jóvenes.
- Los recursos públicos, la inversión pública en infraestructura y los programas siempre están enfocados en los que menos tienen.
- Los servicios públicos se fortalecen y mejoran, no se privatizan. Se respeta la naturaleza, las reservas naturales y espacios públicos por encima de los intereses privados.
- En ningún caso la policía se utiliza ni para reprimir a los ciudadanos ni para favorecer a grupos del crimen organizado.
- El poder se ejerce con humildad, no hay espacio para lujos ni banalidades.
La idea es que este decálogo sea suscrito a partir del 1 de octubre y durante los siguientes 100 días por todas las autoridades estatales y municipales electas.
Amigas y amigos, hoy que la victoria nos acompaña, no olvidemos que hubo un día en que éramos pocos, que nos decían locos, rebeldes, revoltosos, rojillos, necios, un peligro para México. Hubo un día en que acompañar al hoy presidente y ser de Morena era nadar contra la corriente. Y muchos se agotaron, se rindieron, pero fueron más los que decidieron no decir adiós a la esperanza.
En esta nueva etapa, nuestros adversarios aseguran que Morena no será nada sin López Obrador. Confundidos, se burlan de las palabras de admiración y de cariño sincero que le dedicamos. Tienen razón en que lo vamos a echar de menos. Pero lo que no saben es que la forma de demostrarle gratitud y cariño es siguiendo su ejemplo y cuidando su legado. Estamos obligados a ello.
El 1 de octubre Claudia Sheinbaum, fundadora de Morena, se convertirá en la primera presidenta de México.
Yo asumiré la Presidencia de Morena emocionada, porque pronto se cumplirá la profecía de Andrés Manuel López Obrador: México tendrá a la mejor presidenta del mundo. Y Morena seguirá su rumbo y se convertirá también en el mejor partido del mundo, ni más, ni menos de lo que merece el pueblo de México.
