El Gobierno de México completó la nacionalización de la Exportadora de Sal S.A. (ESSA), al adquirir el 49% restante de la empresa, que estaba en manos de Mitsubishi. La operación, valorada en mil 500 millones de pesos (aproximadamente 87.6 millones de dólares), coloca a ESSA, con sede en Guerrero Negro, Baja California Sur, completamente bajo control del Estado.
La sal emerge como un componente vital en sectores clave de la economía. La nacionalización completa de la Exportadora de Sal S.A. (ESSA) por parte del Gobierno de México no solo es un paso hacia la soberanía sobre los recursos naturales del país, sino también un reflejo de la visión del gobierno para fortalecer las industrias farmacéutica, textil, química, de la construcción y petroquímica, donde la sal desempeña roles indispensables.
La importancia de la nacionalización de la exportadora de Sal ESSA
ESSA representa aproximadamente el 82% de la producción de sal en México. Este dato no solo subraya la importancia de ESSA en el mercado nacional sino también su papel predominante en el ámbito internacional, dado que casi la totalidad de sus ventas se dirigen a mercados de exportación.
La productora de sal, ya propiedad del Estado, ve así reforzada su mexicanidad tras esta adquisición. La compra fue financiada en un 75% por el Fideicomiso de Fomento Minero y el 25% restante por el Servicio Geológico Mexicano, según detalló la Secretaría de Economía en un comunicado emitido el pasado sábado 24 de febrero.
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— Gobierno de México (@GobiernoMX) February 25, 2024
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ESSA produce más de 8 millones de toneladas de sal para… pic.twitter.com/onyFfcI13Q
Esta decisión es parte de la estrategia del presidente Andrés Manuel López Obrador para recuperar para el Estado el control sobre los sectores estratégicos de la economía, revirtiendo las tendencias neoliberales de administraciones previas que favorecieron la inversión privada en industrias nacionalizadas, incluyendo el sector petrolero.
ESSA no solo es reconocida por poseer la mina de sal más grande del mundo, sino que también es uno de los principales productores de sal en América, con más de 8 millones de toneladas anuales. Este liderazgo en la producción de sal coloca a México en una posición privilegiada junto a Chile en el panorama latinoamericano.
Raquel Buenrostro, Secretaría de Economía destacó la importancia de este recurso no solo para el sector alimenticio, sino también para industrias críticas como la farmacéutica, textil, química, petroquímica y de la construcción. La nacionalización de ESSA se alinea con la nueva política industrial del país, asegurando la disponibilidad de este insumo esencial.
La Secretaria de Economía mencionó también que el principal logro de ESSA en el periodo del 1 de diciembre de 2018 al 30 de junio de 2023, fue la incorporación de una nueva área para la producción de sal que involucra 307 hectáreas en Mulegé, Baja California, con la cual se tendrá la capacidad de producir 350,000 toneladas métricas de sal adicionales a la producción actual.
Además, Buenrostro enfatizó que la completa estatización de ESSA garantiza la estabilidad laboral de sus trabajadores y el respeto a sus derechos. «ESSA no es solo una empresa, es una comunidad», afirmó, destacando el compromiso del gobierno de operarla de manera honesta y responsable. Esto, según la funcionaria, impulsará la economía local y promoverá un crecimiento económico sostenible y equitativo en Guerrero Negro, Mulegé, y áreas circundantes.
La nacionalización de ESSA simboliza un paso más en el camino hacia la reafirmación de la soberanía mexicana sobre sus recursos naturales y sectores estratégicos, en línea con los principios de la Cuarta Transformación promovidos por el presidente López Obrador. Además, refuerza el compromiso del gobierno con el desarrollo regional y el bienestar de las comunidades locales, al asegurar que los beneficios de la explotación de recursos naturales reviertan directamente en la sociedad mexicana.