En un día totalmente caluroso y soleado la Ciudad de Matamoros, Tamaulipas se prepara para recibir por última vez al Gigante de Macuspana, el presidente López Obrador, primer mandatario que rompió la tradición de que el presidente era un enemigo, que debía de ser odiado.
Por primera vez el pueblo de México quiere a su presidente y el norte de Tamaulipas, no es la excepción, donde ya lo espera con gritos desaforados, y estoicamente soportando los rayos del sol y el calor.
Hago mención que también hay inconformes, que en este caso son los Empleados del Poder Judicial Federal que protestan enardecidos por la Reforma Judicial, la cual a su criterio afecta sus derechos, pero que la opinión mayoritaria piensa que llevara la justicia a un poder opaco y ensimismado en sus lujos y privilegios. Si uno los viera de frente encontraría que los simpatizantes del presidente se encuentran de lado izquierdo y los integrantes del PJF del lado derecho, no parece coincidencia, más bien cada quién sabe su lugar.
Catarino Garza, homenajeado con busto en nuevo puente de Matamoros
El presidente asiste a esta Ciudad a develar el busto del revolucionario Catarino Erasmo Garza Rodríguez, ubicado ahora en el Nuevo Puente Internacional de Matamoros, Tamaulipas, busto que se encuentra enmarcado en un momento de una estrella roja, paradójico monumento junto a unos pasos de la frontera con los Estados Unidos.
En primer lugar, se encuentra la plana mayor del morenismo tamaulipeco, incluido el gobernador, alcaldes, legisladores federales y locales.
El momento en que llega el presidente junto con su esposa Doctora Beatriz Gutiérrez Müller, la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo y la Secretaria de Gobernación Luisa María Alcalde Luján el pueblo de Matamoros enloquece con la oportunidad de ver por ultima vez a su presidente, presidente al que muchos verán por primera y ultima vez, por su ya tan anunciado retiro de la política.
La gente se rinde ante su presidente, buscando una foto, un abrazo, una firma de un libro, se escuchan hasta llantos en su mayor caso de personas mayores que sienten con justicia que por primera vez alguien los volteo a ver y se resarció un poco de lo mucho que el país les debe, y que en el periodo neoliberal principalmente les fue arrebatado. El presidente se acerca al pueblo, abraza, besa, firma, da bendiciones y recibe por última vez el cariño del pueblo tamaulipeco.
No puedo negar que mi opinión no es imparcial, desde que tengo uso de conciencia política he militado en el movimiento que el ha creado, un camino que no fue fácil para muchos, el camino del militante muchas veces uno lo siente ingrato, pero que millones nos mantuvimos firmes en su apoyo.
En Tamaulipas se siente nostalgia por la partida del presidente pero así mismo se siente esperanza y anhelo por la futura y primera presidenta Claudia Sheinbaum que se espera continúe el trabajo realizado por el presidente que sentó las bases del nuevo estado mexicano.
