Mujeres
«No podemos lograr la igualdad sin el compromiso y participación de todos y todas». Elvia Carrillo Puerto.
Al hablar de feminismo yucateco es ineludible pensar en Elvia Carrillo Puerto, en su legado de valentía y lucha por los derechos de las mujeres. Hoy, después de 107 años del histórico Primer Congreso Feminista Nacional de Yucatán, el movimiento feminista en Yucatán está más vivo que nunca, y resulta fundamental en la visibilización de las problemáticas que enfrentamos las mujeres todos los días en nuestros diferentes ámbitos de la sociedad. A través de manifestaciones, actividades educativas y espacios de diálogo, las mujeres hemos logrado abrir espacios de discusión sobre temas como el feminicidio, la violencia de género, la brecha salarial y la representación política de las mujeres. Hemos emergido como un poderoso motor de cambio en el ámbito político.
Nuestras voces han sacudido las estructuras tradicionales de poder, desafiando las normas establecidas y exigiendo una mayor igualdad de género en todas las esferas de la sociedad. Estas acciones buscan generar conciencia y sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de erradicar la desigualdad y la violencia de género.
A pesar de los avances en materia de paridad, los desafíos para nosotras en el ámbito de la política son evidentes. La representación de las mujeres en los cargos políticos sigue siendo desigual en muchas partes de nuestro estado, la violencia política hacia las mujeres sigue siendo un problema persistente que vulnera los principios democráticos y obstaculiza el avance hacia la igualdad de género. A pesar de los avances en la participación de las mujeres en la política, seguimos enfrentando amenazas y hostigamiento que van desde el acoso verbal hasta la violencia física, y muchas de las manifestaciones de violencia política contra las mujeres se dan en el seno de los partidos políticos.
Para poder erradicar la violencia en espacios de toma de decisiones y participación política, en principio hay que reconocerla ¿Cómo podemos prevenirla?
Generando protocolos, marcos jurídicos eficaces, figuras, rutas de acción, redes de referencia y contrarreferencia, cédulas de identificación de riesgo, generar responsabilidades específicas, sin caer en positivismo, implementar sanciones claras y ejemplares, porque deben existir medidas de no repetición, y garantizar el ejercicio pleno de nuestros derechos político-electorales.
Fomentar el liderazgo femenino en la política es tarea de todas y todos como sociedad. Es esencial crear entornos inclusivos, libres de violencia, donde las mujeres nos sintamos empoderadas y alentadas para asumir roles de liderazgo. Esto implica cambiar las estructuras patriarcales y los prejuicios de género arraigados que, a menudo, impiden que las mujeres accedan a posiciones de poder.
Nuestra lucha por ocupar espacios de representación no solo se trata de garantizar la igualdad de género en el ámbito político, sino de promover un cambio sistémico que beneficie a toda la sociedad, impulsar políticas que aborden cuestiones de género que nos permitan reivindicar la deuda histórica con las mujeres, como la Igualdad salarial, la licencia de maternidad, sistema de cuidados y nuestro derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, que no solo empoderan a las mujeres, sino que también mejoran la calidad de vida de todas y todos.
Las mujeres en Yucatán hemos luchado históricamente por el reconocimiento y la garantía de nuestros derechos en lo público y lo privado, por la libertad de decidir sobre nuestras vidas y nuestros cuerpos, honrando a todas esas heroínas que gracias su lucha nos abrieron camino, como recordatorio de que las mujeres debemos ocupar los espacios y ser parte activa de las decisiones, el camino es aún largo, pero seguiremos trabajando día a día desde nuestras trincheras, por nuestros derechos, por nuestras vidas, por condiciones de igualdad dignas y justas para todas, porque ¡nunca más sin nosotras!
