El presidente Andrés Manuel López Obrador cerró un ciclo histórico este lunes al ofrecer su última conferencia de prensa matutina, mejor conocida como «La Mañanera», que ha sido una pieza clave de su mandato desde que asumió la presidencia en diciembre de 2018. Con más de mil emisiones, este espacio de comunicación entre el gobierno y la sociedad se convirtió en un símbolo de la Cuarta Transformación y un canal directo entre el mandatario y la ciudadanía.
Aunque la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, anunció que continuará con el «diálogo circular» entre el gobierno y los medios de comunicación, las mañaneras de López Obrador quedarán marcadas como un referente de su administración. Estas conferencias, que solían durar en promedio 2.5 horas, permitieron al presidente exponer de manera directa sus posturas sobre temas relevantes, compartir los avances de su gobierno y responder a las inquietudes de los medios. Según estadísticas, las mañaneras alcanzaban más de 100 mil espectadores diarios solo en su canal principal de YouTube, una audiencia que destacaba la popularidad y relevancia de estos eventos.
Durante su última conferencia el presidente estuvo acompañado por las titulares de las secretarías de Gobernación (Segob), Seguridad Pública y Protección Ciudadana (SSPC), y Relaciones Exteriores (SRE), así como por Adelfo Regino Montes, director general del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas. Junto a ellos, López Obrador se tomó una fotografía para inmortalizar el momento, con los brazos cruzados y de espaldas a la audiencia, capturando lo que será la imagen final de su legendaria serie de conferencias matutinas.
El cierre de la Mañanera número mil 438 fue especialmente emotivo. Tras escuchar una canción inédita interpretada por los artistas Eugenia León, Mónica Meza, Alfredo Calderón y su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, el mandatario no pudo contener las lágrimas. La canción, dedicada al presidente, incluía frases como «Hoy nos dejas, Andrés. Nos duele el corazón», evocando su carrera política, sus ideales y su promesa de transformar al país.
Con la frase “Amor con amor se paga”, López Obrador culminó su participación en las conferencias matutinas, agradeciendo a todos los asistentes y a los ciudadanos que lo siguieron a lo largo de los años. Su despedida fue un reflejo de su estilo personal: cercano, emocional y profundamente conectado con su base de apoyo.
Las conferencias matutinas, transmitidas desde el Palacio Nacional, fueron de las estrategias más visibles de López Obrador para comunicarse directamente con el pueblo mexicano y sortear la tradicional intermediación de los medios. Con ellas, AMLO buscó ofrecer información transparente sobre los avances del gobierno, responder preguntas de los periodistas y abordar temas candentes de la política nacional. Para muchos las mañaneras fueron una herramienta de rendición de cuentas, mientras que para otros representaron una plataforma donde el presidente fijaba la agenda mediática y política del país.
A lo largo de los casi seis años de gobierno, López Obrador utilizó este espacio para exponer su visión del país, denunciar lo que él considera abusos del pasado y exponer las iniciativas clave de su administración, como los programas sociales, las obras de infraestructura emblemáticas y la lucha contra la corrupción. Sus críticos, sin embargo, señalaron que las conferencias se extendían a veces más de lo necesario y que el mandatario se enfocaba demasiado en atacar a la oposición y a los medios de comunicación.
No obstante, es innegable que las mañaneras se convirtieron en un evento diario de gran importancia, tanto para los ciudadanos como para la prensa, que se mantenía pendiente de las declaraciones del presidente, ya que en ellas solían surgir las noticias más relevantes del día.
El futuro de la conferencia “Mañanera”
Aunque López Obrador deja la Presidencia, el formato de la mañanera podría perdurar. Claudia Sheinbaum, quien asumirá la Presidencia el 1 de octubre, ha declarado su intención de seguir con este espacio de comunicación. Sin embargo, es probable que el estilo y la dinámica de las conferencias cambie con su llegada, para imprimirle su propia huella al diálogo entre el gobierno y los ciudadanos.
El cierre de las mañaneras de López Obrador marca el fin de una era en la política mexicana. Este espacio, caracterizado por su tono directo, accesible y en ocasiones confrontativo, se despide junto con el mandatario tabasqueño, y deja un legado que será recordado como una de las marcas distintivas de su gobierno. El «Hasta Siempre Presidente» no solo resonó en el corazón de sus seguidores, sino también en la historia de México, donde López Obrador dejará una huella profunda.
Así, entre aplausos, lágrimas y una emotiva canción de despedida, el presidente concluyó este capítulo de su administración.