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El Camino hacia 2024, perspectivas de cara al relevo de la 4T

El camino hacia 2024

El sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador está a poco menos de 12 meses de terminar, y de la mano del ocaso del primer sexenio de la Cuarta Transformación, viene, el camino hacia 2024, el proceso electoral 2023-2024 en el que -entre otros miles de cargos- se elegirá a quién será la persona encargada de darle continuidad al proyecto Transformador.

Curiosamente, uno de los momentos más álgidos de esta contienda se dio  antes de que (formalmente) empezara: el proceso interno de Morena.

Diversos analistas consideramos que la definición de quién representará a la Cuarta Transformación en la elección de 2024 era un momento más trascendente que la propia jornada electoral de junio del año próximo. La razón: a menos de 10 meses de que se celebren los comicios, la preferencia electoral por partido marca una clara ventaja de Morena y aliados sobre PRI-PAN-PRD y MC; esta preferencia se ha mantenido estable en todo el territorio nacional, al menos, desde 2018.

Considerando esa constancia y estabilidad en las preferencias, es pertinente asumir que, salvo la aparición de un cisne negro, poco se moverán en un par de meses.

Esta afirmación se sostiene, e incluso se refuerza, al analizar los perfiles de las dos mujeres que contenderán por la Presidencia de México: la doctora Claudia Sheinbaum y la senadora Xóchitl Gálvez.

El camino hacia 2024 con Claudia Sheinbaum

La doctora Sheinbaum es una mujer con una larga historia de lucha por las causas justas, con un amplio y envidiable currículum académico y una probada capacidad como funcionaria pública: su gestión en la Ciudad de México en la que registró récords históricos (en inversión social, creación de empleos, oferta escolar pública, inversión en movilidad, obras de infraestructura, cuidado del medio ambiente, formación policial, mínimos históricos en incidencia delictiva, entre otros logros) es prueba de ello.

Además, Sheinbaum llega a la candidatura con la legitimidad que la victoria unánime en el proceso interno de Morena le da, y también, con el espaldarazo del presidente más popular y con mayor aprobación que hemos tenido en más de medio siglo.

En las filas de la oposición está la senadora panista Xóchitl Gálvez, una mujer que se ha beneficiado -desde que es funcionaria pública- de contratos por más de 70 millones de pesos, que ha estado envuelta en escándalos de corrupción inmobiliaria como vivir en un departamento irregular, que no cuenta con permiso de Uso y Ocupación, que adquirió en un precio de 5 millones de pesos por debajo de su valor comercial y cuya construcción, ella misma autorizó cuando fue delegada de la Miguel Hidalgo.

Es una candidata que ha construido su relato en torno a criticar de manera casi patológica al presidente de la República y alrededor de una supuesta “ciudadanía” que busca desdibujar los colores de los partidos que la impulsan y que viven una tremenda crisis: el PRI de Alito Moreno que a pesar de haber gobernado México durante casi un siglo, por primera vez en la historia no presentará candidato presidencial propio, el PAN de Marko Cortés que arañó la conservación del registro por la falta de militantes en sus filas y lo que queda del PRD de “Los Chuchos”, que cabe mencionar, como alianza han perdido más de 22 gubernaturas en los últimos 5 años.

Gálvez ha elegido a José Ángel Gurría (actor indispensable en la creación del FOBAPROA) como la mente maestra de su proyecto de nación; al ex gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca para coordinar su proyecto de Seguridad, a pesar de que recientemente se hizo público el hallazgo de un campo de exterminio en un ejido de su propiedad; al ex gobernador de Michoacán como su coordinador en temas agrarios, a pesar de haber entregado las actividades del campo al crimen organizado; entre otros tantos políticos impresentables que no proponen otra cosa más que volver al pasado, ese pasado que más de 30 millones de mexicanas y mexicanos votamos por dejar atrás en 2018.

Además llega a la candidatura a través de un proceso de selección plagado de irregularidades señaladas por los propios participantes, en donde todas y todos los aspirantes -casualmente- fueron bajándose de la contienda para dejarle el camino libre a la candidata priísta Xóchitl Gálvez.

Dos mujeres con historias de vida abismalmente diferentes y con proyectos de nación completamente contrapuestos.

Proyectos y perfiles que, afortunadamente y a consecuencia del nivel de politización que hoy tiene la sociedad mexicana, se discuten de manera pública, informada y constante.

Es prácticamente un hecho que la Cuarta Transformación tendrá un segundo sexenio para construir el segundo piso de la nueva República y para darle continuidad con sello propio a la titánica labor iniciada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Sin embargo, se vislumbran retos para el partido y para el movimiento, que deberán atenderse a la brevedad para que el proyecto siga:

la formación de cuadros todoterreno, la consolidación de una base social organizada, politizada e informada, la disputa de la narrativa frente a los medios masivos de comunicación, la imperiosa necesidad de Transformar el Poder Judicial, el combate a la corrupción en todos los niveles, la consolidación de una nueva cultura política, avanzar en la pacificación del país y la reconciliación con movimientos sociales que hoy se perciben lejanos a la 4T y que se han convertido en el caldo de cultivo para la derecha a pesar de tener coincidencias programáticas y estructurales con el movimiento de la Transformación.

Los retos no son menores, pero la capacidad, la fuerza y la voluntad de quiénes buscan seguir construyendo la utopía tampoco lo es.

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Editorial P4triotas
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Editorial P4triotas es un medio de comunicación que busca la difusión de los avances de la Cuarta Transformación de México y la construcción del Humanismo Mexicano planteadas desde el ideario Obradorista.