El diputado federal Ricardo Mejía Berdeja ha anunciado que trabaja en una iniciativa de reforma para garantizar el uso sustentable del agua en zonas áridas del país, un problema que afecta a diversas entidades con extensas regiones desérticas y que enfrentan sequías recurrentes.
Reforma busca frenar explotación del agua
El legislador del Partido del Trabajo (PT) destacó la urgencia de esta reforma debido a la sobreexplotación del agua, muchas veces atribuida a grandes empresas que utilizan el recurso sin regulaciones estrictas. «Es fundamental establecer mecanismos de control y freno a estas prácticas que atentan contra el derecho humano al agua y afectan comunidades enteras», afirmó.
En el marco de la Semana Internacional del Acceso al Agua Potable, impulsada por la ONU, Mejía Berdeja resaltó que la crisis hídrica en México es un reto que requiere atención inmediata. «El acceso al agua potable y su saneamiento es un derecho humano reconocido por la Constitución mexicana desde 2012. Sin embargo, garantizar su cumplimiento es aún un desafío para que millones de personas obtengan garantía de suministro adecuado y seguro”, señaló.
Para enfrentar este desafío, el diputado mencionó el Acuerdo Nacional por el Derecho Humano al Agua y la Sustentabilidad, el cual contempla una inversión de 9 mil millones de pesos para mejorar la tecnificación del riego en el país. Además, enfatizó la necesidad de reforzar políticas que limiten el uso indiscriminado del recurso, fomenten tecnologías innovadoras y establezcan zonas de veda.
Mejía Berdeja, quien ha recorrido diversas regiones afectadas por la escasez de agua como Coahuila, Cuatro Ciénegas, La Laguna y Saltillo, subrayó la importancia de garantizar la equidad en la distribución del líquido. Asimismo, recordó que el artículo 4° constitucional obliga al Estado a gestionar de manera equitativa y sustentable los recursos hídricos.
El diputado también hizo un llamado a fortalecer las normas que regulan la calidad del agua, como la NOM-001-SEMARNAT-1996 y la NOM-002-SEMARNAT-1996, que establecen límites a la contaminación en descargas residuales. Además, destacó que acciones como la «Captación de Agua de Lluvia», impulsada en la Ciudad de México, podrían replicarse en otras entidades para aliviar el problema.
«Si bien el acceso al agua es un derecho, también conlleva responsabilidades. La sociedad debe participar activamente en su conservación y exigir medidas efectivas para garantizar el abastecimiento y la calidad del recurso», concluyó el legislador.
La Semana Internacional del Agua culminará el próximo 22 de marzo, cuando la ONU conmemore el Día Mundial del Agua, promoviendo acciones globales para enfrentar la crisis hídrica y avanzar en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.